Espido Freire en el Alejandría
Hoy, 4 de marzo de 2011, con frío y nieve, pero también con un sol cálido y apacible, recibimos en el IES Alejandría la visita, largamente esperada, de una de las escritoras españolas más renombradas del momento, Espido Freire.
En su breve pero intensa estancia, nuestra invitada dio muestras de su amabilidad a la hora de atender a nuestras peticiones y sugerencias, entre las que destacaba la de conceder una entrevista a dos improvisados reporteros, nuestros alumnos de 3º de ESO, Sergio Pérez Freire (el apellido no es casual: es familia de Espido) y Patricia Corral Matilla.
El día se prestaba a compartir, y Espido recibió con entusiasmo Las nubes ya no son grises, el libro que, escrito por nuestra comunidad educativa en años anteriores, le regalaron sus entrevistadores que, asombrados, vieron cómo la escritora les solicitaba la preceptiva dedicatoria. Con igual gratitud recibimos una foto dedicada que, junto a las de otros escritores que también nos han visitado y nos visitarán, engalana ya nuestra biblioteca. Incluso, aceptó ser nuestra columnista, escribiendo un artículo para nuestra revista.
Pero lo mejor estaba por llegar, pues tras fotografiarse con toda suerte de admiradores, nos sedujo con una charla de casi hora y media.
En ella dio, entre anécdotas y reflexiones, un repaso a distintos aspectos de su biografía personal y literaria: sus inicios en el mundo del canto, el sufrimiento por la presión y el acoso, la bulimia y su difícil superación y, en fin, sus primeros pasos en la esfera de la letras, hasta llegar al reconocimiento popular con la obtención del Premio Planeta. La curiosidad de profesores y alumnos no se hizo esperar dando lugar a nuevos temas sobre los que nuestra escritora se explayó: la génesis de su última novela, La flor del Norte; sus iniciativas empresariales en el terreno educativo; su relación con los medios de comunicación; la importancia y peligros de Internet y las redes sociales; su próxima obra, un ensayo, para variar...
La charla terminó con una efusiva y recíproca expresión de gratitud y el ofrecimiento, por parte de la novelista, de futuros encuentros que, sin duda, esperaremos impacientes.
Desde el Alejandría sólo nos queda una cosa por decir a la nueva integrante de nuestra gran familia: gracias, Espido.
Puedes leer esta otra reseña del encuentro publicada por El Día de Valladolid.
